miércoles, 30 de enero de 2008

La despedida silenciosa, de mi abuela

Bueno este relato, se lo dedico a mi abuela querida.
Era lunes 28 de enero, todo en mi vida era normal; estaba planificando que cocinar hasta que llamada de mi madre, q me dijo tu abuela esta mal corre a verla.
Sin pensarlo, ni dudarlo me cambie y cambie mi estado letárgico a uno activo, mi primo al notar dicha actividad rara en mi me dijo: ¿que ha pasado?; lo único que atine a decirle fue: mi madre me llamo dice que la abuela esta mal. El sin dudarlo se ofreció a acompañarme , al llegar a la casa de mi tía, vi a mi abuela, siendo atendida por el doctor, le habían puesto suero; estaba ahí inconsciente, respirando por la boca. Luego de haber almorzado nos fuimos para adelantar los tramites de la hospitalización, al llegar mi madre de viaje, a eso de las 4:30pm me avisaron q mi abuela había fallecido, si bien es cierto todos sabíamos que llegaría el día; nunca nos imaginamos que fuera tan pronto, yo destrozado por la noticia, quería creer otra cosa, me negué a creer que había muerto; pero luego me lo confirmaron.
Si bien es cierto, que al final todo quedaría de esa forma mi abuela nos abandonaría en cualquier momento, mis sentimientos hacia ella que me había encargado de esconder hace mucho tiempo para evitar sentirme igual que cuando murió mi abuelo, no pudieron seguir escondido y rompieron en un sentimiento de culpa al no haberla ido a ver el domingo que yo mismo había pensado ir, sentir q aquella persona tan cariñosa, tan mañosita a veces, pero a la vez tan simple y tan querida por muchos, había fallecido; tuve que darle la noticia a mis tíos, y verán que ser el mensajero de una noticia como esa no es bueno ni tampoco gratificante, me moría de remordimiento porque tuve q irme luego de haber estado en la casa de mi tía, 2 horas después falleció; me nació la pregunta: ¿por que no me quede?
La tristeza mas grande que he tenido es la de perder a mi abuela ya no veré su sonrisa, ya no escuchare sus relatos, recuerdo cuando era pequeño ella me daba galletitas q me duraban algo de 1 mes para comer con mi desayuno, me daba abrazo, besos, cariño, amor como cualquier abuela pero multiplicado por mil porque ella era así super cariñosa y querendona, no había quien se resistiera a sus encantos, bastaba quedarse con ella para que luego de unos minutos de charla ella supiese mas cosas de ti que uno mismo.
Luego de velar a mi abuela procedimos a enterrarla, y ver como mi tía y tío lloraban en el ataúd de mi abuela, ver y sentir aquella impotencia de querer darle la vida de nuevo, tener ese sentimiento de querer decir todas esas cosas, que aunque se digan ya no tiene sentido porque la persona no te responderá, no te dirá nada, no te mirara, no te gritara, no t escuchara, ni vera como lloras por ella, es cierto, muchas veces no decimos lo que queremos, pero muchas veces lo demostramos. No sirve decir te quiero, o perdón cuando la persona a quien se lo decimos ya no estará con nosotros, durante el entierro; me vi obligado a no llorar pero aunque iba a lograr mi objetivo( a duras penas), recibí la llamada de mi tío, que no pudo asistir por encontrarse mal de salud, y me pidió un favor que le cumplí, pero sentí su impotencia, de querer estar ahí despidiendose de su madre, y no pude contenerme y llore como nunca durante estos 2 dias de pesar pero no llore solo por mi y también llore por mi tío, yo era su representante(me autoproclame y se que mi tío me hubiera dicho que lo representara).
Es increíble que luego de tanto pesar y penas propias y ajenas, luego del entierro nos reunimos en la casa de otra de mis tías y al quedar solo familia, comenzaron los relatos de aquella época que me hubiera gustado vivir; luego me puse a pensar y parecía que mi abuela había confabulado con la muerte como un ultimo favor,porque como nunca había familia q rara vez se reunía porque todos viven en diferente partes, pero ese día había una gran cantidad como ella quería y le gustaba estar rodeada de gente ya sea familia, amigos o desconocidos( que luego pasarían a ser amigos ).

P.D: Porque tu eras así Doña Isela Salas, cariñosa, bromista, amable, llena de una gran carisma, nos dejaste pero ahora estarás reunida con mi abuelo, y los demás familiares tu padre, tu abuelo que tanto extrañabas, como se diría se que Tayta Dios te tiene en su gloria.
Q.E.P.D
Isela Salas Ura
(1920 - 2008)

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Grandeza ajena, Respeto propio