viernes, 9 de enero de 2009

La estupidez es humana y tiene nombre

Faltaban dos días para que terminase el año, estaba en época de exámenes, me había preparado para el penúltimo día del año. Dar el examen del curso de comunicación, lo gracioso fue que estaba acostumbrado a los exámenes de 3 hojas, y vaya sorpresa que me lleve este examen tenía 5 hojas.

Empecé a resolver el examen, a responder las preguntas "fáciles", me faltaba responder algunas cosas y opté por irme al final del examen porque siempre hay la costumbre de que las preguntas finales sean las más fáciles. Y grande fue mi sorpresa es que en las 2 hojas finales del examen era el mismo examen resuelto.

Si todas las respuestas en el mismo examen, mire a uno de mis compañeros y con una risa de cómplice me percate que no era el único con las respuestas. Resolví ni torpe ni perezoso, en menos de 5 segundos el examen y estaba haciendo la última pregunta.

Todos estábamos pensando en cómo deshacernos de las últimas dos hojas, hasta que sucedió lo más estúpido que pudo pasar la razón del relato, "Paul Javier Hito Vargas" uno de mis compañeros cometió la gran estupidez de decirle al profesor el cual nos cuidaba, que el examen le vino con resolución.

La razón de su duda fue, que porque venía con solucionario el examen, que no sabía si era el único o los demás también teníamos resuelto examen. Lo cual provoco que ese profesor llamara de forma disimulada a la secretaria, que vino y nos dijo volteáramos el examen que iban a sacar las 2 últimas hojas.

Bueno dijimos (o por lo menos yo dije ya está resuelto), al rato vino la secretaria mas "veterana" y nos dijo que el examen quedaba anulado. Habremos repudiado a "Hito", como si tuviera lepra. En fin ese día regresamos a las 3 de la tarde a dar el mismo examen.

1 comentario:

mi alma dijo...

Jajajajaja no puedo creer que les haya pasado eso!!!

Verdaderamente una risa... :)


Grandeza ajena, Respeto propio