sábado, 22 de noviembre de 2008

Una tarde, de espectador

En un momento de aburrimiento absoluto trato de recordar la conversación que tuve con mi Diosa Freya. Aquella conversación donde por enésima vez mis sentimientos la terminasen incomodando aunque ella dijera que no.

Lamentablemente no pude seguir recordando dicha conversación, debido a que por obligación tuve que ver una obra realmente insulsa, sosa y tediosa.

Dicha obra se llamaba "Cuídate cuando estés conmigo Mayra", hasta el momento me había resultado bastante tonta, y sin sentido. Era la típica historia de la chica controlada, que no la dejan decidir que hacer con su vida, que por las típicas malas amistades, le ocurre un grave accidente o algo similar.

Mientras escribía la estaba viendo y resulto que tenia un poco de gracia. Había breves musicales insulsos en realización pero eran algo buenos.

No soy critico pero tampoco un asiduo espectador de obras teatrales, las únicas que he visto son por la televisión, algunas buenas otras malas pero obras al fin y al cabo.

En si esa obra donde supuestamente representaba situaciones juveniles, algo que puede suceder pero que nunca he sido protagonista, ni espectador; en fin situaciones que parecen en parte fantasiosas.

La obra con actores de mi edad quizá, no fue muy mala pero cuando empezó ya sabía como iba a terminar. Lo que dio risa es que la chica al sufrir una decepción amorosa se vuelve emo.

Como dice una de mis frases: "la vida es un conjunto de comedias que reunidas hacen un drama"

No hay comentarios:


Grandeza ajena, Respeto propio