Los derechos que debían estar restringidos para mí

Muchas veces, cuando pienso en las cosas, que debo o no debo hacer; me resulta algo difícil diferenciarlas. Muchas veces creo querer a una persona, pero dejo que el tiempo trate de convencerme de lo contrario. Las cosas no son como las imagino, ni imaginare, son muy distintas a esas imágenes superficiales que cruzan por mi mente, lejos de ese mundo ilusorio al que me acostumbre a hacer algunos viajes para “tratar” de obviar problemas y relajarme. Siempre me jacte de decir que si seria capaz de quitarle la novia, a un chico que no conozca ni tenga ningún tipo de vínculo, pero ahora que se podría decir tengo esa oportunidad, me siento como el peor de todos. Ella es una chica súper tierna, muy linda, tiene unos bonitos ojos, yo noto en ella una ternura, una calidez, unas ganas de querer y sentirse querida; somos amigos, me cuenta las cosas que le pasa con su novio, claro que yo le pregunto y la mayoría de las cosas no son buenas, yo noto que él no es para ella, él no la trata como ella se merece.
Èl muchas veces la deja plantada, muchas veces tiene una indiferencia única hacia ella (nunca lo he visto, solo se lo que ella me cuenta), siento que esa relación solo sobrevive porque ella es la que lo hace sobrevivir. Fuimos a un paseo, y estuvimos conversando despertamos miradas curiosas entre los demás integrantes del pequeño grupo, además de que éramos 6 y se habían formado 2 parejas, la de nosotros fue vista con curiosidad, puesto que yo en ese momento era un intruso, auto invitado a última hora. Solo conocía y tenía confianza con ella además de mi hermano que también estaba.
Note que ella gracias a nuestras conversaciones en el Messenger (bendita invención que ayuda mucho en varios aspectos), también me tenia esa confianza y cercanía, conversábamos, reíamos, y por mi parte no quería que terminase, ella antes leía mi humilde blog, pero no tiene tiempo, a ella le gusta como escribo, una de las personas algo locas que dicen tengo talento y que debería dedicarme a esto. Ahora último se me ocurrió intervenir ya no como un simple amigo, sino con un deseo oculto; intentar algo con ella.
No soy capaz de atreverme a decírselo, y pecar de atrevido no es mi naturaleza, siempre dije y en mi relatos lo reitero debo dejar de ser introvertido, lanzarme ser mas arriesgado, pero algo me detiene, algo me cohíbe, me pone un tope, serán los valores y la caballerosidad de las que a veces presumo (cosa rara porque para la mayoría no le importan esos detalles). Solo me quedara esperar, burda burla del destino, justo cuando ando escribiendo este relato, ella se conectó, y me cancelo la salida que habíamos planeado, estaba con su novio, no se porque al final mis consejos no son suficientes, porque será que muchas veces, me pasa este tipo de cosas. Como dije no conozco el amor no se que es amar, y cuando busco una chica que me explique en parte ese tipo de cosas, termino siendo como dicen “mal tercio”.

P.D: No quiero pecar de entrometido, pero creí tener ese derecho como amigo, ahora piso bruscamente la realidad, y me doy cuenta que aunque lo tuve no fue lo suficientemente grande. Así opté con leve grado de resignación a hacer algo, por el bien de los dos fue la de asesinar ese pequeño brote, ese botón , ese sentimiento que empezaba a crecer, dije que no publicaría este relato, pero es mejor que lo haga de esa forma no me olvidaré lo que decidí.