lunes, 20 de agosto de 2007

Risas ajenas, Tristeza propia

Las vida nos da tanto altibajos, como ocasiones de gran alegría.
En ocasiones, aquel humilde chico_bohemio , estando en reuniones amicales, dentro de las cuales se siente un total extraño, no toma sentido en las conversiones, y se introduce dentro de su ser, vagando por las aguas de sus pensamientos.
Llega a pensar que, aquellas personas no son mas que desconocidos y recién los acaba de conocer, ve q bromean entro ellos, mas no sabe el motivo de la risa. En esta ocasión y en futura tratare de no aburrirlos con el enredo de mi pensar, la simpleza de la existencia.
Mas dentro de aquel pensamiento viendo q todas esas personas reunidas, son tan allegados y el sintiéndose extraño, no hace mas que el chico_bohemio, ría pero sin sentirlo, pero se suma en una tristeza propia mientras los demás ven en él una alegría ajena. Aquel acontecimiento no es perceptible para todos, aquel chico_bohemio no sufre del todo, pues bien sabe q la alegría y tristeza son pasajeras dentro del tren de las circunstancia, no digo de la vida, porque la vida es manejada por circunstancias, mientras el sea el ultimo que baje en ese trayecto se sentirá bien porque, porque todos habrán quedado en el olvido menos él.
Es verdad el ya no iré a esas reuniones más, en el momento en que se percaten de lo ocurrido sera demasiado tarde quizá para él, pero más para aquellas personas que no supieron estar con él.
No sean un chico_bohemio, traten de ser un putito...

1 comentario:

Leonardo Dosantos dijo...

Los putitos no son tan felices, solo poseen la facilidad de disfrutar el momento, aunque despues no se acuerden. Oye chico bohemio, no te metas con los putitos.


Grandeza ajena, Respeto propio